Hoy vivimos en un mundo altamente competitivo, donde el margen de error en la toma de decisiones cada vez es menor.
Sin embargo muchas empresas siguen tomando decisiones por mera intuición a pesar de que sus sistemas informaticos registran muchos datos.
El problema es que son datos y no información.
El trabajo del consultor de Inteligencia de Negocios es precisamente verificar y cuidar la calidad de los datos obtendos por los distintos sistemas de información para luego transformarlos en información útil para la toma de decisiones.
Es decir brindar información útil, en tiempo y en forma, que den apoyo a la toma de decisiones en los procesos de negocios. La información reduce la incertidumbre (sobre algún aspecto de la realidad) y por lo tanto permite tomar mejores decisiones.
Para ello se analizan todos los sistemas que registran datos, se evalúa la utilidad de dichos datos y se los organiza (procesa) de manera de generar un «almacén de datos», donde podremos accederlos e interactuar con los mismos para poder extraer información útil para la compañía.
Un detalle no menor es que esta información se convierte en estratégica para la compañia, ya que se vuelve un activo único, que bien utilizado puede dar muchos dividendos.